El estado de Río Grande do Sul en Brasil se encuentra en estado de emergencia tras las devastadoras lluvias que han azotado la región desde principios de semana. Hasta el momento, se reportan 40 personas fallecidas y 74 desaparecidas, agravando la situación en un estado donde más de la mitad de los municipios se han visto afectados por este fenómeno climático extremo.
Impacto Extremo del Temporal
El desastre ha forzado a más de 23,000 personas a abandonar sus hogares ante el riesgo de más inundaciones y deslizamientos de tierra. Los esfuerzos de rescate continúan mientras las autoridades buscan a los desaparecidos y tratan de asistir a los afectados. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó la región el jueves para coordinar la respuesta federal, prometiendo apoyo total a los afectados.
Desbordamientos y Cortes de Servicios
Además de los daños humanos, la infraestructura de Río Grande do Sul ha sufrido severamente. Más de medio millón de hogares se encuentran sin suministro de agua y aproximadamente 330,000 están sin electricidad debido a las inundaciones y los cortes provocados por el temporal. Dos represas enfrentan riesgos significativos de ruptura, aumentando la urgencia de las medidas de evacuación en las áreas vulnerables.
Medidas y Apoyo Gubernamental
El gobierno ha movilizado a las Fuerzas Armadas, desplegando 600 militares y ocho aeronaves para asistir en las operaciones de rescate y evacuación, con la posibilidad de expandir estos esfuerzos si la situación no mejora. La atención también se centra en el río Guaíba, que ha experimentado una subida de tres metros y amenaza con desbordarse en la capital del estado, Porto Alegre.
Esta catástrofe climática se suma a una serie de eventos extremos que han golpeado duramente a Río Grande do Sul en el último año, destacando la vulnerabilidad de la región ante el cambio climático y la necesidad de reforzar las estrategias de prevención y respuesta a desastres naturales.